LA PROPUESTA DE UNA LA DEFENSORÍA PARA LA PAZ

Una Defensoría para la Paz es una propuesta que responde a la importante coyuntura que vive el país, tras la firma del acuerdo con las Farc. La construcción de paz sostenible en los territorios, será el eje transversal frente al planteamiento estratégico que debe guiar la ruta de la Defensoría del Pueblo en el post-acuerdo.

Desde la misión constitucional y legal de la Defensoría del Pueblo y a efectos del logro del derecho fundamental a la paz, único escenario posible para la vigencia plena de los derechos humanos entendidos en su integralidad, nos proponemos en este período:

1.- Orientar la acción defensorial hacia el fortalecimiento de la democracia, a través de la participación ciudadana y el ejercicio del control social efectivo como herramienta de exigibilidad de derechos e incidencia política en los territorios, y la promoción de las garantías para el ejercicio de la oposición política y las libertades. En esta etapa de la vida nacional el derecho fundamental a la participación cobra una gran importancia para la población que ha sido víctima del conflicto armado, pero también para que los sectores vulnerables tengan las herramientas necesarias para exigir derechos y aportar saberes y experiencia al proceso de construcción de paz, de manera colectiva.

2.- En tal sentido los procesos de promoción, formación, capacitación y 

divulgación de derechos humanos, con enfoque diferencial, deben profundizarse y responder a las necesidades de cada uno de los territorios. Una pedagogía para la paz que incluya la formación para el ejercicio de derechos y deberes constitucionales, así como la comprensión de mecanismos de resolución de los conflictos existentes, de manera pacífica en cada región del país que ha sufrido el conflicto armado, es un requisito para la construcción de paz territorial. La Defensoría del Pueblo profundizará su presencia en los territorios en esta tarea.

3.- La atención a las víctimas del conflicto armado en los territorios, potenciando sus capacidades de exigencia de derechos, acompañando procesos desde los aspectos psico-social y legal, fortaleciendo sus conocimiento y habilidades, haciendo seguimiento a las medidas de reparación individual y colectiva, será un aspecto central de la acción defensorial.

4.- El seguimiento al cumplimiento, por parte del Estado, de los acuerdos suscritos y las garantías para quienes se reintegran a la sociedad. Este seguimiento implicará la formulación de recomendaciones en torno a la superación de la creciente desigualdad económica y social cuyo resultado ha sido una gran asimetría generadora de la mayor parte de la conflictividad y de postulados democráticos. La construcción de paz en los territorios implica una reformulación del modelo de desarrollo en el que las comunidades, como sujetos de derecho y ciudadanos activos deberán tener una enorme participación.

5.- En desarrollo de los acuerdos entre el gobierno y las FARC en las mesas de La Habana se robustecerá el sistema de prevención y protección de los derechos humanos, y se impulsará de manera inmediata la creación de una Comisión Asesora en materia de prevención y protección de los derechos humanos que contará con la participación de organizaciones de derechos humanos y organizaciones que trabajen en materia de paz.

El seguimiento a la implementación de los acuerdos y la garantía de que estos hagan viable la reincorporación a la vida civil de la organizaciones insurgentes, la reconciliación nacional y un escenario en el que desaparezca totalmente la persecución contra defensores de los derechos humanos, dirigentes políticos y comunitarios será tarea de la Defensoría para la Paz.